El independentismo mantiene por la mínima la mayoría absoluta en el Parlament de Cataluña. El sondeo de SocioMétrica para EL ESPAÑOL, el primero tras la huida de Carles Puigdemont a Bruselas, otorga a los partidos promotores de la independencia unilateral 68 diputados, la mayoría absoluta: exactamente la mitad más uno de los escaños de la cámara autonómica.Son cuatro menos de los 72 que hasta ahora han permitido a la coalición Junts pel Sí y los antisistema controlar con holgura todas las decisiones del Parlament.
De celebrarse ahora los comicios, su mayoría pendería de un hilo.La encuesta, para la que se han hecho 1.000 entrevistas hasta este mismo miércoles, tiene en cuenta la declaración unilateral de independencia del viernes pasado, la aplicación del artículo 155 de la Constitución, la convocatoria electoral y la segunda gran manifestación antiindependentista del domingo en Barcelona. Todos esos acontecimientos, junto a la marcha de Carles Puigdemont a Bruselas con varios exconsellers, han llevado al independentismo a un leve retroceso en sus expectativas electorales, pero en ningún caso al desplome que auguran los promotores y defensores de la convocatoria electoral.
Del mismo modo, los partidos netamente anti independentistas, Ciudadanos, PSC y PP, avanzan en conjunto dos escaños pero siguen lejos de la suma de ERC y PDeCAT, por lo que el sondeo no muestra que la sociedad catalana haya decidido darle un vuelco al tablero electoral.Catalunya sí que es pot, que en 2015 agrupó a Podemos, Iniciativa per Catalunya y otros partidos de izquierda, subiría dos escaños acariciando, en ausencia de otras posibilidades de acuerdo aún no planteadas con claridad, la posición de árbitro entre las dos posiciones enfrentadas.
ERC, primer partido; PDeCAT, cuarto
El sondeo analiza por separado las expectativas de ERC y PDeCAT. Aunque no han tomado una decisión definitiva, se inclinan por concurrir a los comicios con sus propias siglas, enterrando así la coalición Junts pel Sí, creada para 2015. ERC sería primer partido en Cataluña con 48 escaños. PDeCAT se hundiría hasta los 13.El partido de Puigdemont, que preside Artur Mas y que es heredero de la antigua Convergència Democrática, pasaría a ser el cuarto partido, materializando el declive iniciado hace cinco años y poniendo así fin a décadas de primacía en Cataluña. En 2010, Convergència i Unió logró 62 escaños, por lo que habría perdido casi cuatro quintos de los apoyos que entonces tenía, cuando concurría con la Unió Democràtica de Josep Antoni Duran i Lleida.La otra encuesta publicada estos días, aunque antes de la marcha de Puigdemont a Bélgica, es la del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO), considerado el CIS catalán, que depende de la Generalitat y que este martes adelantó sus resultados. Nadie los esperaba tan pronto, tampoco el Gobierno central, que ha asumido el mando de la Generalitat.El CEO otorga a los partidos independentistas entre 68 escaños (justo la mayoría absoluta que indica SocioMétrica) y 72, los que ahora tienen, al tiempo que apunta a un claro repunte de los ciudadanos que son partidarios de la autodeterminación.
ERC capitaliza la disolución de Junts pel Sí
Un estudio de las transferencias de voto; es decir, el comportamiento del electorado respecto a lo que votó en 2015, indican que ERC es la clara beneficiaria de los apoyos de Junts pel Sí, ya que un 67% de los que votaron a la coalición acaban en el partido de Oriol Junqueras. Sólo un 18% se iría al PDeCAT, mientras que un 8% aún no sabría a quién votar.