Sánchez se ha mantenido en el Gobierno central a costa de vampirizar a la extrema izquierda mediante una radicalización de su discurso que ya le empieza a pasar factura.
Sánchez se ha mantenido en el Gobierno central a costa de vampirizar a la extrema izquierda mediante una radicalización de su discurso que ya le empieza a pasar factura.